En el año 1919 se funda (como parte del Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial) la OIT, con el objetivo de proteger la justicia social de los trabajadores. Esta organización se vuelve un organismo especializado de la ONU luego de la fundación de la misma en 1945.
Dentro de los objetivos de desarrollo sostenible que plantea la Organización de las Naciones Unidas para garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todos y todas, se encuentra en el puesto número 8 de 17 la fomentación de Trabajo Decente.
La OIT (Organización Internacional de Trabajo) sigue un programa que promociona la justicia laboral y social (Trabajo Decente). En ella los Gobiernos, patronales y trabajadores cuentan con igualdad de voz y voto.
El trabajo decente surge como la interacción de 4 componentes fundamentales:
*Promoción de derechos sociales.
*Promoción del empleo.
*Protección social contra situaciones de vulnerabilidad.
*Fomentar el diálogo social.
El T.D debe encontrarse en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad, en el cual los derechos son protegidos y se cuenta con una remuneración adecuada además de protección social. Es un concepto en constante evolución, de profundo contenido ético, tendiendo a resaltar la importancia de los derechos del trabajador y la calidad de condiciones de trabajo.
Se habla de un trabajo decente con un salario decente, entendiendo como decente: satisfactorio, en un nivel aceptable. En buena calidad o cantidad suficiente. En definitiva, aquel trabajo que sea suficiente en cantidad y calidad.
Se exige seguridad, continuidad o estabilidad de la relación laboral, no discriminación y acceso a la educación y formación profesional, formación relacionada a la protección social y formación profesional como fórmula de desarrollo de los recursos humanos.
No hay Trabajo Decente sin Formación Profesional adecuada. La FP es un requisito, un derecho humano fundamental.
La formación se define como "acción o efecto de formarse", siendo equivalente a "educar, adiestrar".
Profesional designa la práctica de una profesión, siendo el empleo, facultad u oficio que una persona tiene y ejerce con derecho a retribución.
En definitiva: refiere al proceso de educación o adiestramiento en la práctica de un empleo, facultad u oficio inherente al trabajo remunerado. Comprende el conjunto de acciones formativas que capacitan al individuo para un desarrollo cualificado de las diversas profesiones.
También facilita el acceso al empleo y la participación activa en la vida social, cultural y económica. Incluyendo las enseñanzas tales como acciones de inserción o reinserción laboral.
El avance tecnológico aumenta la competitividad y empleabilidad ante los puestos de trabajo a obtener o para intentar preservarlo, por ello es necesaria una formación continua. Si no se está en continua capacitación, se torna compleja la reinserción laboral. El hecho de estar capacitado influye directamente en las habilidades y conocimientos a emplear en el mundo del trabajo.
La incidencia del conocimiento en el desarrollo es fundamental, las economías ya no se basan únicamente en la acumulación de capital y la fuerza de trabajo.
A mayor calificación del empleador, mayor será su empleabilidad.
Le compete al Estado adoptar medidas necesarias que sean capaces de actuar sobre la oferta y demanda de trabajo. Debe orientar a las personas a trabajar de lo que cuenta con mayor rentabilidad y no solo de lo que les guste.